¿EDUCAR CON GOLPES?
Los golpes y el amor no son compatibles v los chicos que desde pequeños experimentan que el argumento más contundente son los golpes no aprenden a dialogar ni a resolver sus conflictos de forma pacífica, Y es precisamente esto lo que necesitan para el futuro, tanto en la escuela como mas tarde en su ámbito personal y laboral. No serán los niños intimidados por la razón de la fuerza los que mejor se manejaran en la vida, ni tampoco los que a la primera de cambio levantan la mano. Por el contrario, serán aquellos que en su infancia han podido adquirir una sana confianza en sí mismos, un gran respeto por los demás y una buena capacidad de dialogar. Y por ultimo ¿qué clase de hogar es aquel donde los adultos imponen su voluntad gracias a su mayor fuerza física? Una verdadera familia es otra cosa. Hasta los domadores del circo, para convencer a sus animales, trabajan hoy con otros métodos que los golpes.
¿Qué alternativas tengo?
Muchos padres, deseosos de convencer a sus hijos por las buenas, les dan largas explicaciones de por qué no deben hacer esto y aquello. Confían en el poder de la palabra, pero en numerosas ocasiones tanta verbosidad resulta abrumadora para los chicos. O ya saben lo que deben hacer o son demasiado pequeños para comprender.
Por lo general, las frases cortas y contundentes les llegan mejor. Pongamos un ejemplo la pequeña María sabía muy bien que, sacando la lengua, provocaba a su mama. Pero necesitaba exteriorizar su frustración. Lo mejor en esta situación hubiera sido ignorar la provocación, hablar de otra cosa o decir quizás que bonita lengua". A los niños, observar el enojo de la mama les resulta sumamente interesante y puede animarlos a seguir con el juego, solo por la curiosidad de saber hasta dónde llega. En cambio, una reacción que los aburra terminara pronto con el comportamiento indeseado.
¿Y los limites que hay que imponerles? En este caso, los limites ya que daban claros al no ceder la madre al capricho de la niña. Si tenía sed, podía tomar agua o jugo.
Mas grave es que un chico tire a sus hermanos objetos a la cabeza. Hay muchos pequeños que se portan así cuando algo se interpone en su camino: pintarrajean las paredes, rayan la mesa de la sala. Todos tienen alguna razón para eso, ya que ningún chico es malo por naturaleza. Es cosa de los padres reflexionar sobre las posibles causas. Quizás su hijo se porte así porque durante las últimas semanas se han ocupado poco de él (aunque haya sido por razones justificadas).
En los muy chiquitos, lo más eficaz suele ser un cambio de la situación. Guardar el objeto que no debe tomar, retirarlo del lugar peligroso, tomarlo en brazos y llevarlo a otra habitación, cada una de estas acciones debe ir siempre acompañada de un corto y contundente "no, no".